
Se transforma paulatinamente el quehacer de estas unidades luego de las nuevas formas de gestión que ponen en práctica.
Desde la mejora a visualidad de los establecimientos hasta poner en práctica las modalidades del comercio electrónico ganan tanto clientes como trabajadores.
En bodegas como "El Nuevo Refino", la experiencia del pre despacho beneficia por el momento a una decena de consumidores.
"Aligera mucho la cola y desde el punto de vista de los consumidores evitan tiempo de cola. Es llegar simplemente y recoger sus mandados que ya tienen predespacho, o sea es llegar, pagar e irse". - argumentaba un trabajador de esa unidad.
"En cuanto al pago electrónico por código QR al realizar el cuadre es menos el efectivo que hay y desde el punto de vista del cliente no necesitan traer efectivo para efectuar el pago, pueden hacerlo de forma electrónica con un descuento que aplica el banco, o también pueden extraer el efectivo a través del servicio de caja extra, igualmente disponible en nuestro establecimiento"- explicaba otra trabajadora.
En tanto, la autogestión de estos establecimientos también aporta utilidades a los colectivos.
"A nosotros se nos entrega un efectivo y lo utilizamos para gestionar compras de productos a mini industrias y trabajadores por cuenta propia. Primeramente evaluamos precio de compra al que le aumentamos entre un 20 y un 30% para conformar el precio de comercialización a la población, el cual siempre va a estar por debajo al precio de los particulares en la calle". - apuntaba un trabajador de la bodega El Junco.
Mientras, se ultiman detalles en la unificación de "El Junco" para concebir allí la primera bodega virtual.
"Está todo creado y listo para que los clientes puedan efectuar sus compras de manera virtual y sea nada más llegar y recogerla".
Así transcurre este proceso de cambios en el comercio que también se transforma a favor del bienestar colectivo.
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