La búsqueda de estrategias con el propósito de revertir los indicadores negativos, sobre todo en las unidades que se gestionan hoy con pérdidas, constituye una prioridad para el Grupo Empresarial de Comercio en Camagüey (GECI).

Lo anterior trascendió en la reunión con directores de las 16 empresas que conforman el sector en la provincia, en la que se abogó por realizar con inmediatez todos los cambios de cuadros y transformaciones estructurales acordadas para que su impacto se perciba antes del cerrar el año 2023.

Robert Larrinaga Quiñones, director del GECI en Camagüey, dijo que aunque el plan de circulación mercantil minorista al cierre del mes de octubre se cumplió, aún son insuficientes las acciones para incrementar las ofertas de bienes y servicios, pues no se logran resultados significativos en el proceso de perfeccionamiento.

La satisfacción del cliente también es un tema pendiente, en gran medida por los elevados precios y la escasa calidad de los productos, unido a la no existencia de materias primas fundamentales, trabas que persisten en el funcionamiento de la Empresa Estatal Socialista.

Yelenys Hernández Montenegro, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba en Camagüey que atiende la esfera de los Servicios, habló del valor de la responsabilidad de los directivos y administradores, y de la aplicación de alternativas para hacer frente a las limitaciones.

Se refirió, además, a la prevención y al enfrentamiento al delito y la corrupción, asuntos que no alcanzan la combatividad necesaria, al tiempo que insistió en la creatividad y en la gestión.

Jorge Luis Calvaire, director de venta de Mercancías del GECI, destacó el trabajo de las dos comisiones que analizaron las empresas con pérdidas, lo que resulta una situación muy comprometida al generar la cadena de impagos y empeorar las finanzas.

En la cita trascendió que de las 238 Unidades Empresariales de Base creadas, al cierre de octubre finalizaron con pérdidas 99, lo que representa el 41 por ciento del total.

Entre los principales señalamientos que se deben revertir destacan los incorrectos diseños estructurales de las unidades desde su concepción inicial, el sobredimensionamiento de las plantillas de trabajadores, el desconocimiento de los ingresos reales, y la falta de preparación y capacitación de los directivos.