Por diez años consecutivos, Villa Clara se ha alzado con la sede del acto nacional por el Día del Trabajador del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, racha que genera orgullo y celebración en homenaje a Fernando Chenard Piña, trabajador de esta rama caído en el asalto al cuartel Moncada y nacido el 4 de febrero de 1919.

Esa abultada cantidad de años conquistando el primer lugar en la emulación especial por la efeméride también despierta una pregunta: ¿Este éxito sostenido es obra de la casualidad o de una fórmula mágica?

Como que en una década no puede ser por la suerte, hay que ir pensando en individualidades que se han juntado en el momento preciso para proceder de manera sistemática, con una planificación estratégica y una pasión que se cultiva cotidianamente.

Digna Morales, Heroína del Trabajo de la República de Cuba y directora del Grupo Empresarial el Comercio en Villa Clara ha señalado la integralidad del trabajo como clave del éxito, por tanto no hay cabida para la casualidad cuando se trata de diez años consecutivos.

Sin dudas, hay constancia, una búsqueda incansable de la excelencia y una entrega total al sector que le han valido una década de ser referentes nacionales en el sector.

A pesar de estos resultados, Digna Morales considera que aún están muy lejos de lograr lo que la población merece, aunque entre todos luchan por un comercio, una gastronomía y servicios que esté a la altura del pueblo al que sirven.

De ahora en adelante, le Heroína del Trabajo explica que entre los objetivos está la constante revisión de las fichas de costo y los márgenes comerciales para hacer todo lo posible con vistas a bajar los precios.

Habla también de la necesidad de ser ágiles en la entrega de la canasta básica, que no siempre llega a los clientes completa, para lo cual, aunque no depende de ellos, se han buscado alternativas como agilizar la descarga y la transportación de los productos hacia las bodegas y trabajar a cualquier hora del día o de la noche.

Existe una abultada lista de insatisfacciones que no se resolverán tampoco con un golpe de suerte, sino de un trabajo diario, de sacrificios y de una mentalidad ganadora.

¿Dónde será la sede en los próximos años? ¿Podrá Villa Clara mantener su dominio o surgirán nuevos contendientes que desafíen su reinado? Solo el tiempo lo dirá. Lo que sí es seguro es que la provincia ha dejado una huella imborrable, demostrando que la constancia y el trabajo duro son la receta para el éxito.