Los círculos infantiles de cocina iniciados el 1ro de julio, para el ciclo de los más pequeños, han despertado el júbilo en la familia y en los infantes matriculados, y es estimulante que haya sido así.
El Ejecutivo Nacional de la Federación Culinaria lo inscribe en su programa de promoción de la cocina criolla y en el incentivo al conocimiento de su herencia cultural. Lo inició en el 2019 y lamentablemente la pandemia de la Covid 19 lo interrumpió, ahora vuelven de nuevo y durante ocho semanas.
Los más experimentados profesores fueron seleccionados para trasmitir sus secretos, los de la auténtica mesa del cubano, con sentido didáctico y moviendo el pensamiento y la sonrisa de los infantes.
Temas esenciales como montar la mesa, los correctos hábitos para comer, la higiene alimentaria y la elaboración de alimentos con vegetales y frutas tropicales de estación, son atendidos por estos inquietos alumnos que no cesan de preguntar y poner en aprietos a los maestros.
De un extremo a otro del país, se desarrollan estos círculos, en pequeñas aulas-laboratorios que disponen las Asociaciones Provinciales, en las que tienen capacidad apenas para 25 infantes. pero lo aprendido estamos seguros lo trasmiten entre sus amiguitos.
Este ha sido un reclamo de numerosas familias, el ampliar la capacidad de los encuentros, algo que ha sido imposible al no disponer de inmuebles adecuados.
Por eso estos círculos de interés del verano, no pueden quedarse para la programación de los meses estivales, hay que llevarlos a las Escuelas para que desde allí los niños reciban estos necesarios conocimientos para su vida.
Por eso La dirección Nacional de la Federación confía en que estas actividades deben prender y multiplicarse y que tanto el MINED como las organizaciones pioneriles y estudiantiles podrían incluirlo en sus planes de actividades docentes durante el año.
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