Nunca volverá a ser como antes, porque el agua de ese río ya pasó de largo. Ahora se trata de proteger los aspectos esenciales, pero en un mundo diferente.

Cuando el Parque Lenin, ese espacio verde creado para la recreación sana de las familias, llega a su aniversario 50 enfrenta un gran reto: parecerse a la idea original, ajustándose al actual escenario, en muchos sentidos muy diferente al de 1972.

Ya nada será igual

Quienes lo conocieron como fue, lo añoran. Otros, levantan las cejas, como poniendo en duda los relatos: sí, allí había alimentos de todo tipo: lácteos, desde yogures hasta variadas modalidades de helado; confituras, panes…se podía caminar y sin esforzarse mucho, hallar en las cafeterías las golosinas que tanto gustan a los niños de todas las épocas. Volver atrás, en esta situación económica, no es posible.

Mantener el Parque Lenin no resulta sencillo. Para conservarlo, en medio del proceso de perfeccionamiento que lleva adelante el sector del Comercio, se decidió mantenerlo como una empresa, dividida en unidades, dada la diversidad de instalaciones y actividades que se desarrollan, algunas diversas en su interior: Gastronomía –restaurantes y cafeterías, con servicio a la mesa, para llevar y a domicilio-; Recreación –acuario, parque, piscinas, eventos deportivos, por ejemplo-, Cultura; producción –helados y otros insumos para el funcionamiento propio- y atención al patrimonio forestal, en las más de 700 hectáreas.

Según Annia Massino Castro, directora general del parque desde hace 13 años, durante ese tiempo han tratado de mantener el diseño original, ideado por el Comandante Fidel y ejecutado por Celia. Con 33 instalaciones: restaurantes, cafeterías, culturales y recreativas, el parque introdujo, en 2019, una nueva estructura administrativa, de unidades empresariales con autonomía, contabilidad propia, posibilidad de solicitar créditos y ejercer la autogestión.

Si bien durante la pandemia, dijo, no se prestaron servicios culturales ni recreativos, reorientaron la gastronomía a la comida para llevar y a domicilio, que se mantienen hoy, tras la reapertura.

Sin embargo, destacó, esos dos años sin abrir al público incidieron en el estado constructivo de instalaciones y equipos.

Cosas de la economía 

La situación epidemiológica tuvo un fuerte impacto también en la economía del parque. Rachel Quintana García, su directora económica, explica que las iniciativas en la gastronomía no pudieron solventar todos los gastos, pero que la apertura en el último trimestre generó utilidades.

La nueva estructura y la aplicación de 20 de las 43 medidas para impulsar la economía posibilitaron terminar los primeros tres meses de 2022 con incrementos en las ventas y obtención de ganancias.

Según explicó, mes tras mes, los análisis por cada Unidad Empresarial de Base (UEB) permiten controlar los indicadores económicos, con el de fin de cumplir los planes y cubrir los créditos solicitados a raíz del reordenamiento.

Otro de los aspectos que se evalúan, apuntó, son la autogestión y el encadenamiento con otros actores de la economía de manera que pueda lograrse la sostenibilidad en los servicios. Según dijo, se ha ido ganando cultura en materia de análisis económico porque “no puede un negocio tener buenos resultados si los que lo dirigimos no tenemos una noción económica de por dónde vamos a ir guiando cada uno de los procesos”.

A su juicio, debe trabajarse con integralidad, desde la preparación darles los suministros a su tiempo a cada UEB, de la gestión que estas deben hacer, de los análisis del área de capital humano, la capacitación para dar un mejor servicio en la gastronomía y las iniciativas para aportar nuevos platos, entre otros, que contribuyen a elevar las ventas, los ingresos y la retribución, así como las acciones para disminuir costos y aprovechar mejor los recursos.

Parque Mariposa, en la diana 

Según Leonardo Campos Almeida, director del Parque Mariposa, con 17 equipos, de ellos 15 mecánicos, hoy funcionan los carros locos, el barco pirata, el coco bote y ruta fija, además de la palma canal y la casa de las pelotas, no mecánicos.

“Para la semana la victoria se deben incorporar otros tres: el elefante, el dragón Bú y el tren militar”, destacó, además de propuestas de trabajadores por cuenta propia: inflables, camas elásticas, carros eléctricos, así como las ocho cafeterías, pizzería y ranchón, entre otras.

Aunque el Parque Mariposa funciona habitualmente de miércoles a domingo, en la actual reapertura, solo abre los fines de semana. Sin embargo, en la semana de la victoria, trabajarán a partir del martes 19 hasta el domingo y luego, nuevamente solo sábados y domingos. “Según se vayan incorporando más equipos, se ampliaría el horario”, precisó.

Según el cronograma de reparaciones iniciado en enero con empresas del Grupo Empresarial de la Sideromecánica (GESIME), se deben incorporar otra parte de los equipos, entre ellos, el columpio gigante, el carrusel y la oruga. “Existen otros equipos que dependen de la importación: las sillas voladoras - las cadenas y los cables no se fabrican en Cuba-, hidrodeslizador -por el tipo de estera-, y el hidroacumulador que necesitan las ranas saltadoras.

En el caso de la estrella, agregó, están todas las condiciones para una reparación capital, que es lenta, porque hay que sustituir muchas piezas. “Para junio esos equipos no deben estar”.

Como el Mariposa tiene 22 hectáreas, “nos proponemos ocupar la mayor cantidad del espacio disponible, con potencialidad para insertar otras atracciones”.

“Existen potencialidades para fiestas, cumpleaños, otras atracciones, rescate de juegos tradicionales, incorporar otro barco pirata con ecomadera. El estudio de factibilidad arrojó que se requeriría un crédito de 11 millones, que podría pagarse a los siete meses y comenzar a generar utilidades”, explicó Campos Almeida.

Tomado de Tribuna de La Habana