Hoy es 8 de enero, entrada de Fidel a La Habana. Históricas las imágenes de su encuentro con Camilo en el Cotorro, y con su hijo Fidelito. Apoteósico el recibimiento. De ello dan fe nuestros abuelos y esas imágenes que hoy inundan todas las plataformas posibles. Emocionante su discurso en Columbia –hoy Ciudad Libertad- , donde expresó que el deber de todo revolucionario era decir la verdad, y que quizás en lo adelante todo sería más difícil. Allí Camilo otra vez con la pregunta eterna: ¿Voy bien, Camilo? Así, emocionado, cerraba diciendo que cuando él hablaba con el pueblo, se olvidaba de todo: del sueño, del hambre… y que esa multitud que fue a recibirlos solo se vería otra vez cuando fueran a despedirlos a ellos, porque jamás les fallarían. La importancia que Fidel ha otorgado siempre a la fuerza del pueblo se constató en su estrategia de lucha armada y huelga general para consolidar la victoria. Así también en la caravana, territorio por territorio, junto a la alegría general y a la espontaneidad de los cubanos, estaba la organización del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, para dar el apoyo decisivo al recorrido del líder que marchaba hacia la capital. La interrogante histórica a Camilo no es casual. Se sabe de la confianza y la lealtad entre ambos, y ahora se confirma con esta nota que escribió y le envió Fidel el día antes de su arribo a La Habana, encomendándole los preparativos:
Matanzas
Enero 7, 59
8pm
Camilo:
Llegaré a La Habana a la 1 pm aproximadamente.
De 1 a 3 cruzaremos por la ciudad rumbo a Columbia. Entraré por la Virgen del Camino, seguiré por el Malecón hasta 23, de ahí seguiré por toda la calle 23 hasta Marianao y continuaré por la avenida de Columbia hasta el campamento.
Debes tener tribuna, micrófono y todo listo para dar el mitin enseguida que llegue. Tienes que divulgar lo más posible la hora de la llegada y la ruta que llevo. Habla con la Sección Obrera para que solicite de los trabajadores que vayan a recibirme y luego se reúnan en Columbia.
Es muy importante movilizar a las masas.
Fidel Castro Ruz
Movilizar a las masas, prever todo: es Fidel. Por eso aquel fue un 8 de enero de palomas sobre el hombro del Jefe, de los sueños y las esperanzas de la patria, y del “vas bien, Fidel”. Así fue a partir de entonces: el pueblo siempre movilizado para defender su Revolución. Y así sigue siendo en la caravana que año tras año rememora la hazaña y abraza a los valientes que aún hoy nos siguen acompañando.
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