Melissa, huracán pronosticado como de gran intensidad y peligrosidad, nuevamente puso a prueba la voluntad gubernamental y la disposición de los cubanos en su enfrentamiento que, como saldo deja experiencias, sobre todo en la capacidad de prever, de adelantarnos en la toma e implementación de medidas en los lugares de mayor impacto y emergencia, y así paliar la situación de los más afectados.